Skip to content

Declaración regional: Campaña ¡Que Paguen los Contaminadores!

Nosotros, nosotras y nosotres, representantes de luchas territoriales, nacionalidades indígenas, afrodescendientes, comunidades diversas LGBTIQ+, territorios en resistencia, redes, organizaciones de la sociedad civil y activistas que luchan contra el extractivismo en sus diferentes formas: mineras, petroleras, forestales, agroindustriales y energéticas; exigimos cambios estructurales para lograr la justicia climática. En este sentido, las organizaciones de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala y Perú, reunidas en el Encuentro regional ¡QUÉ PAGUEN!, realizado en la ciudad de Lima los días 11 y 12 de mayo de 2023, manifestamos:

Decidimos caminar juntos en la campaña ¡Que paguen los contaminadores!, para hacer responsables a las industrias, corporaciones y entidades financieras que han creado, alimentado y continúan agravando la crisis climática y la destrucción de la naturaleza. Alzamos nuestra voz y la amplificamos, para exponer cómo estos actores implementan estrategias en contra de la justicia climática, su insistente interés de promover marcos regulatorios y falsas soluciones que permiten mantener inalterados los procesos de extracción, explotación y despojo de los recursos y los territorios.

Reconocemos que hay desigualdades, brechas y barreras de desarrollo económico, social, humano para lograr una vida digna, y a su vez, presionan a nuestros pueblos. Aprovechando esto, las empresas y los Estados latinoamericanos y caribeños institucionalizan el extractivismo y reprimarizan nuestras economías como única vía económica posible, vulnerando nuestros derechos de manera impune.

Además, criminalizan, amenazan persiguen y asesinan a personas defensoras de la naturaleza, el territorio y por exigir igualdad en el acceso a derechos fundamentales Irrespetando nuestro derecho a la libre determinación, autonomía y protesta, Intentando dividir nuestros sistemas organizativos propios y deslegitimando nuestras justas luchas.

Denunciamos que vivimos en un sistema impune, donde los mismos Estados, actúan en complicidad con las grandes corporaciones en detrimento de los derechos y el bienestar de la población, y contribuyen en el saqueo de nuestros territorios, la degradación ambiental y del agravamiento de la crisis climática.

Cada una de nuestras organizaciones tiene una trayectoria con experiencias, estrategias y propuestas frente a las presiones territoriales del extractivismo y la crisis climática. Creemos que unir nuestras voces y generar lazos de solidaridad nos hace más fuertes. Unimos nuestras luchas en pos de cambios estructurales y de la justicia climática, nos unimos en defensa de los defensores de la Tierra y nos articulamos en un proceso de resistencia anticolonial, anti patriarcal, anti capitalista y anti extractivista. Consideramos que es urgente tender puentes con las poblaciones históricamente precarizadas y vulnerabilizadas, que sufren los impactos de la violencia estructural capitalista.

Nuestro espacio considera necesario y prioritario:

Fortalecer nuestras organizaciones territoriales, que resisten a las estrategias de las grandes corporaciones extractivistas y generan alternativas de lucha para la defensa de sus territorios y un buen vivir. Nos comprometemos a generar intercambios de conocimiento en base a nuestras experiencias; reconociendo los impactos diferenciados del extractivismo, la contaminación y la crisis climática.

Unirnos en acciones de comunicación y campaña, resaltando las voces que provengan desde los territorios, históricamente olvidados, vulnerados y minimizados. De manera que se hagan visibles los impactos del extractivismo y colonialismo, y para hacer visibles los crímenes ambientales, apuntando a la responsabilidad de las empresas, la búsqueda de justicia y el principio de no repetición.

Generar mecanismos de contención y reacción rápida ante las agresiones a los defensores de la tierra y el territorio. Así como estrategias de autoprotección y reacción rápida, con capacidad de intervenir solidariamente en apoyo a los defensores en casos específicos de las luchas territoriales.

Generar estrategias de defensa y acción jurídica para exigir sanciones a tomadores de decisiones y corporaciones y un alto a las operaciones extractivas y para defender a los líderes que puedan ser amenazados, perseguidos y criminalizados.

Por último, exigimos que los Estados y las empresas asuman su responsabilidad frente a los daños generados a nuestros territorios y a las personas que habitan en ellos y que paguen por lo que sus acciones han destruido. Hacemos énfasis en que la responsabilidad no se debe centrar en lo económico ni en negociaciones, buscamos justicia, reparación y no repetición.

Es hora de que los grandes contaminadores culpables de la crisis climática, quienes saquean nuestros territorios, envenenan nuestros ríos, sembrando muerte y destrucción sean sancionados por sus crímenes.

NO SE NEGOCIA con los agresores de la Madre Tierra, nosotros, nosotras y nosotros demandamos respeto a nuestros territorios milenarios, reparaciones y justicia.

La justicia climática sólo será posible cuando se acabe el extractivismo.

¡Que paguen los contaminadores y se larguen!

Contenido relacionado